La broma floja de Travis
Travis, sintiendo que Jake se tambaleaba, intervino con un débil intento de humor. “Quizá sea demasiado gallina para decir nada”, bromeó, forzando una risita. Pero el chiste no cuajó. En cambio, el silencio que siguió fue ensordecedor, más pesado de lo que podría haber sido cualquier réplica. El público no se lo creía, y Jake tampoco. Sus bravuconadas se estaban resquebrajando, e incluso Travis pareció darse cuenta de que, en lugar de cambiar la energía, sólo había hecho más evidente el peso del momento.

La broma floja de Travis
Evaluación de la multitud
El camionero dejó que su mirada recorriera lentamente la multitud reunida, observando cada rostro con silencioso escrutinio. Algunos de los motoristas le miraron con un destello de respeto, mientras que otros vacilaron, inseguros de su posición. Sus expresiones contaban una historia: admiración, cautela, incluso inquietud, como un debate tácito entre ellos. La energía cambiaba, la multitud vacilaba como un fuego atrapado en un viento incierto, esperando a ver por dónde ardía. Pero a pesar de todo, el camionero permaneció inquebrantable, su presencia como una fuerza firme contra la tormenta de especulaciones.

Evaluando a la multitud