Un regreso reflexivo
El camionero apagó el motor y volvió a bajarse, con las manos hundidas en los bolsillos. Su presencia tenía peso propio, llamaba la atención sin decir una sola palabra. Fuera cual fuese la decisión que acababa de tomar, estaba claro que estaba dispuesto a llevarla a cabo. Incluso las bravuconadas de Jake y Travis pasaron a un segundo plano, eclipsadas por la tranquila certeza de un hombre que acababa de hacerse con el control del momento.

Un regreso reflexivo
La confianza de los jóvenes motoristas se tambalea
Resultaba casi irónico ver cómo la firme calma del camionero lograba inquietar a los motoristas más jóvenes más que cualquier demostración de fuerza. Sus bravuconadas se tambaleaban, resquebrajándose bajo el peso de su serena compostura. Travis se rascó la cabeza, Jake se inquietó y sus risas se desvanecieron en un silencio incómodo. El cambio era palpable, como si acabaran de darse cuenta de que quizá habían mordido más de lo que podían masticar. Era como ver la marea retroceder, dejándoles varados en la estela de su propio error de juicio.

La confianza de los jóvenes motoristas se tambalea