Reflexiones agradecidas
Al subir al taxi, me invadió una oleada de gratitud: no había sido un día más en la carretera, sino uno lleno de lecciones. Reflexioné sobre lo que había presenciado y las verdades que revelaba: que las apariencias engañan y que, a veces, la presencia más silenciosa es la que habla más alto. Al acomodarme, me sentí agradecida por los recordatorios, grandes y pequeños, que siempre ofrece la carretera.

Reflexiones agradecidas
Un saludo amistoso
La plataforma de McClain se alejó del surtidor con facilidad y su mano se levantó en un gesto silencioso que lo decía todo. Con ese simple gesto, había impartido una lección que perduró mucho después de que se hubiera ido. Me sorprendió cómo la mera presencia de una persona puede moldear el mundo que la rodea. McClain no había necesitado palabras altisonantes ni grandes alardes; con su fuerza silenciosa y su respeto inquebrantable, había dejado una lección de gracia, llevada adelante sobre acero y ruedas.

Un saludo amistoso