La hora del cuento de Bill
Bill se inclinó hacia él, con voz grave y reverente, compartiendo historias de una época en la que McClain era más músculo que mito, un ejecutor legendario que hacía las cosas a su manera. “Cuando los caminos eran más salvajes”, empezó, e incluso ahora los recuerdos tenían peso. Eran días caóticos, llenos de historias de McClain dirigiendo a los guerreros de la carretera con mano de hierro. Su reputación no era sólo un cuento; era un legado que aún susurran los motoristas en paradas como ésta.

La hora del cuento de Bill
Preguntas sobre la reputación
Me quedé allí, reflexionando sobre cómo las glorias pasadas podían elevar a un simple camionero a algo más. ¿Cómo podía la historia de un hombre perdurar tan poderosamente, remodelándolo a los ojos de los demás? McClain no era más que un camionero, o eso parecía. Pero era más que eso: un símbolo, quizá un héroe, quizá un cuento con moraleja. Era extraordinario cómo el tiempo y las historias podían forjar una reputación en algo tan sólido e inquebrantable como el acero.

Preguntas sobre la reputación