La fría brisa de julio
El nombre de Perro Rabioso McClain se extendió entre la multitud como un frío inesperado en un día abrasador, enviando susurros entre miradas atentas. Fue el tipo de revelación que cambia el guión, como descubrir que tu tranquilo vecino es un forajido legendario. El cambio fue instantáneo, la tensión se convirtió en algo más agudo, más eléctrico. La gente se inclinó hacia él, de repente más interesada en lo que el camionero tenía que decir. Incluso los surtidores de gasolina, silenciosos y quietos, parecían estar esperando su siguiente movimiento.

La fría brisa de julio
Jake se da cuenta
El rostro de Jake se puso blanco como un fantasma cuando asimiló el nombre, y el peso del reconocimiento le golpeó como un tren de mercancías. Casi podías ver los engranajes de su cabeza, uniendo todas las historias que había oído en voz baja, pero que nunca había creído de verdad, hasta ahora. Fue el momento en que se le revolvieron las tripas al darse cuenta, como un niño que se da cuenta de que acaba de hablar mal del director. La bravuconería que le había llevado tan lejos se desvaneció y fue sustituida por la fría certeza de que acababa de cometer un grave error.

El descubrimiento de Jake