Comienza la búsqueda
Después, el aparcamiento. Cuando Emily vio el coche de Miguel, se le aceleró el corazón. Sin embargo, el vehículo estaba parado, vacío y silencioso bajo la suave luz de las farolas. Sintió inquietud en el estómago, pero no se preocupó. Así que no habían salido. Seguían dentro, escondidos en alguna parte. Se dio la vuelta y su determinación se endureció. Tenían que estar ahí dentro y ella los encontraría.

Comienza la búsqueda
Reflexiones silenciosas
Emily se detuvo a solas en el jardín, dejando que el silencio la envolviera. Aquí, la agitación de la noche parecía estar a kilómetros de distancia. “¿Cómo ha ocurrido esto?”, se preguntó, mirando las estrellas. La noche serena no le proporcionó ninguna respuesta, sólo un instante de tranquilidad en medio del caos. Respiró hondo, la tranquilidad que precede a la tormenta, y luego regresó, más decidida que nunca.

Reflexiones apacibles